Definición de Manantial

Sergio Martínez

Asociado normalmente con aguas puras, límpidas y refrescantes, el manantial es un fenómeno natural que se destaca del resto de los cursos de agua y que tiene como característica principal ser el resultado de las vertientes de agua originadas por las precipitaciones o por el derretimiento de las nieves de una región. Los manantiales suelen ser lugares puros y rodeados de naturaleza en crecimiento, con estructuras rocosas que le dan un marco especial. Estos lugares siempre han despertado interés para el ser humano, quien los ha retratado en infinitas pinturas y obras.

El origen de una de las formas más puras de agua

A diferencia de lo que puede ocurrir con otros cursos de agua dulce como los ríos, los lagos o lagunas, el manantial suele presentar un nivel más alto de pureza. Esto es así debido a que estos espacios suelen ubicarse en regiones de difícil acceso, rodeados casi completamente por rocas, por montañas o por la abundante vegetación. Así, el contacto del ser humano con ellos ha sido históricamente menor y por eso es mucho más fácil notar que sus aguas son prístinas y transparentes.

El origen de estos lugares puede ser múltiple. Según los especialistas, la causa más común de nacimiento de un manantial tiene que ver con el deshielo de la montaña y el derretimiento de nieve que puede darse en una región determinada. Al bajar surcando el terreno, la nieve y el hielo van creando nuevos cursos de agua que desembocan en una zona de menor altitud (por ejemplo, una depresión en el territorio) donde comienza a acumularse el agua y aparece entonces el manantial. Otras razones también pueden ser el agua de las precipitaciones o incluso (algo menos común) el agua subterránea que surge por la presión de las rocas hacia la superficie.

La paz de un fenómeno natural diferente

No es común para nosotros presenciar en vivo un manantial. Tal como se dijo antes, los mismos suelen hallarse en zonas de difícil acceso. Es por eso que muchas veces su visión nos resulta maravillosa y nos brinda una paz que nos ayuda a calmarnos. El agua en este tipo de espacios suele mantenerse siempre en movimiento, especialmente si hablamos de aquellos que son perennes y que no pierden fuerza o volumen de agua en ningún momento del año.

Para muchos, el sonido del agua de manantial se transforma en una opción útil para relajarse y para conectarse de otro modo con la naturaleza. De hecho, muchas fuentes y construcciones de sociedades orientales toman esta idea para reflejar cómo el ruido de agua en permanente circulación ayuda a bajar el estrés y la ansiedad.


Escrito por Laura Guerrero para la Edición #63 de Enciclopedia Asigna, en 05/2018.